El barquillero
por Mirta, Luis y Myriam
¿Recuerdan
a los barquilleros que pasaban por las casas? El aroma de los barquillos crujientes… No hace tantos años que desaparecieron.
Además
de la canasta con los barquillos, el barquillero llevaba un cilindro con una
ruleta en la cual los compradores podían probar su suerte. Se le daba vuelta a
la rueda y según el número en que caía era la cantidad de barquillos que te
daba.
Iba caminando y anunciándose con su triángulo, pequeño instrumento
musical de percusión abierto en uno de sus vértices, que golpeaba con una varita metálica e iba gritando:
“Barquillos, barquillos…” ¡Qué delicia!
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