sábado, 7 de marzo de 2015

Maldonado esquina Tacuarembó

por Teresita Olmedo

Maldonado esquina Tacuarembó, ahí viví hasta la adolescencia, pero siempre cerca de allí.
Época tan linda la niñez. Debajo de mi casa había una tienda, Jalila, se llamaba, muchas veces me dejaban ayudarlos a forrar los botones en una máquina pequeña y fácil de usar.
Jugar  con los  amigos en la vereda o en casa de alguno, era lo más. Hasta que de alguna de las casas gritaban: “¡A tomar la leche!”
Íbamos todos.
Tanto el lechero, como el repartidor del almacén, iban a domicilio.
En la otra cuadra estaba el cine Atenas, así que los domingos comíamos apurados para ir a la matiné, y veíamos como cuatro películas. En el intermedio, dos iban a la panadería, y continuábamos, entre bizcocho y bizcocho, viendo más  pelis.
El desfile de Carnaval  era sagrado, tanto como disfrazarme para mí.
Era tan lindo ver 18 de Julio con cantidad de luces de colores formando diferentes motivos referentes al carnaval; los bailes en la calle; y en el Parque Hotel el baile de disfraces para niños.
Frente a casa estaba el zapatero Miguelito, tenía unas sillas en una parte alta, ¡lindo para  jugar! Al lado, el bar del galleguito; su hija Avelina, que aún vive ahí, era una de mis amigas.
Casa grande, amigos y amigas, con los cuales todavía nos vemos, alegría, juegos, hermoso barrio y mejor niñez.

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1 comentario:

  1. Presencié ese incendio desde el edificio que está haciendo cruz con el SODRE, estaba en casa de unos amigos, ese incendio le costó mucho tiempo de abandono a la institución.

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