Conventillos de mi barrio...
por Myriam
Cuando niña,
viví en una casa de apartamentos en el
barrio Cordón. Eran apartamentos modestos,
que daban todos a un corredor abierto, y se les llamaba conventillo. No muy
despectivamente. No eran como el famoso conventillo del Medio Mundo, que es el más
conocido, donde las habitaciones daban a
un patio común y tenían servicios comunes.
Donde yo vivía,
eran casas individuales con un corredor común. Hoy siguen existiendo
esas viviendas, son apartamentos que se venden como propiedad horizontal. Cada uno
tiene sus servicios privados, de agua, de luz, lo único que los une es un
corredor común y una salida común hacia el exterior.
En la zona, los corredores de los conventillos eran abiertos. En otros lugares,
como en Pocitos, solían tener corredores cerrados, pero eran oscuros. En cambio,
lo lindo de estos conventillos es que el sol entraba por todos lados,
los apartamentos eran ventilados, espaciosos. En el nuestro, había un patio
inmenso donde andábamos en bicicleta.
En esos
conventillos vivían trabajadores de todo tipo. Mi padre era chofer, otros
trabajaban en fabricas. Era una zona en la que había muchas fábricas. El
que no trabajaba en Lostorto, trabajaba en el lavadero de lanas o en Pesce y Simeone
que era un taller mecánico, o en las fábricas de dulce.
Nos conocíamos todos, no había un trato tan íntimo como
en el conventillo del Medio Mundo donde los vecinos muchas veces comían juntos, pero sabíamos de qué
trabajaba el vecino, a qué escuela iban los niños, si estaban enfermos, a veces
hasta se daban problemas de vecindad porque en la convivencia de muchas
personas siempre surgen conflictos.
En el conventillo donde yo vivia, estuvo residiendo la familia Roselló, que tenía muchos hijos. Uno de ellos fue el famoso "chiquito Roselló", boxeador y murguista, figura mítica del carnaval de antaño, conocido como "el mago del redoblante".
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