Recordando el antiguo Municipio b (parte 2)
por Laura
En el año 59, justo el
día que comenzaron las inundaciones, nos mudamos a Br. Artigas y Rivera, en la acera de enfrente al Cordón, lo que no
impidió que siguiera en el barrio porque iba al colegio y liceo Santo Domingo,
“Las Domínicas”.
Colegio y Liceo santo Domingo en la esquina de Av. Rivera
y Acevedo Díaz.
y Acevedo Díaz.
También recuerdo las andadas con mis primos que
vivían en Acevedo Díaz y Canelones, frente a Chichilo, vieja cantina de
Montevideo, dónde se hacían cenas enormes.
Y amigas imborrables como Verónica Barriola, que vivía en Lavalleja y
Acevedo Diaz, con las que hacíamos las mil y una, y que murió siendo una
adolescente de 12 o 13 años.
Los cines Artigas, Renacimiento o Princess, donde nos
permitían ir, previa verificación del índex del Bien Público, con nuestros
hermanos chicos, los domingos de lluvia.
Antiguo Cine Princess en Av. Rivera
foto propiedad del Cdf - reproducción autorizada
En el año 68 comencé a trabajar en la cooperativa
médica CAM que estaba en Uruguay entre Minas y Magallanes. Recuerdo caminar sin problemas por una calle
Uruguay, oscura como boca de lobo, hasta Sierra para tomar el bus que me
llevaba al Prado, donde había regresado cuando me casé.
También recuerdo las confiterías El Telégrafo, la Americana
y Conaprole, y los salones de té de Caubarrère
y de la Tienda Inglesa ¡que tenía
las primeras escaleras mecánicas del país!
La Tienda Inglesa
foto propiedad del Cdf- reproducción autorizada
foto propiedad del Cdf- reproducción autorizada
Recuerdo las tardes que pasábamos con varias
amigas en la casa de Rosario, sin
sospechar que estaba pegada a la Cárcel
del Pueblo, de la que ni siquiera sabíamos de que se trataba.
En el año 72, me fui a vivir al barrio Palermo, en
un apartamento en la calle Vázquez entre Maldonado y Durazno. Recuerdo ir a trabajar a pie y volver de noche del
trabajo bordeando los galpones de Emilio Fontana.
En el 90, ya de regreso al país, viví en una casa
que reciclamos en Gaboto entre Constituyente y Charrúa, buenos vecinos, buenos
y queridos vecinos, imposibles de olvidar.
En Nochebuena hacíamos una gran fogata en la esquina de Charrúa y Gaboto, ardía hasta que los vecinos de unos apartamentos que realmente tenían miedo, llamaban a los bomberos, pero nunca hubo problema.
En Nochebuena hacíamos una gran fogata en la esquina de Charrúa y Gaboto, ardía hasta que los vecinos de unos apartamentos que realmente tenían miedo, llamaban a los bomberos, pero nunca hubo problema.
Ahora vivo en el Centro, en la que fue Ibicuy y
ahora Gutiérrez Ruiz, barrio anodino si los hay,
pero que, por suerte, se está edificando bastante.